El long bob: es lo que esta de temporada
Lo primero y más importante: trasquilones. No de cualquier forma, eso sí... Se trata de dar movimiento alargando los mechones delanteros y no permitiendo que la melena se vea como una sola pieza. Tu peluquero consigue este efecto dañando un poco el aspecto de las puntas. Pero ¡ojo con los trasquilones!, no es lo mismo que las capas.
Los mejores estilistas tienen una premisa: si tiene capas, no es un bob. Así que, atenta, aunque haya mechones más largos, no es interesante que vaya demasiado capeado, ni siquiera por detrás. Para conseguir el efecto imperfecto, la cuchilla puede ser una buena aliada. Eso sí, con moderación o la melena puede perder mucho cuerpo.
long bob... me favorece?
Cualquiera puede lucir un long bob, ya que favorece a todos los rostros y su mantenimiento es muy fácil. No exige los cuidados de una melena corta ni da tanta pereza lavarlo y arreglarlo como una melena larga. Si tu cara es redonda, te favorecerán las capas largas por delante porque restan volumen y estilizan; si tu mandíbula es muy cuadrada, es mejor el long bob con mucho trasquilón, evita el corte regular.
Los mechones aquí y allá suavizan las líneas duras de tu rostro. ¿Alisar o no alisar? Aunque puede ser divertido en un pelo liso, el long bob triunfa sobre todo en pelos ondulados, desordenados, un poquito enredados o con texturas nada pulidas. La clave es: estudiado desaliño. Así que, ya sabes, olvida el cepillo y, sobre todo, la plancha de pelo.
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